The restructuring of the Swedish welfare state and increasing inequalities are social transformations over the past three decades. Sweden has lost its leading position in the international rankings of social equality. New ways of understan- ding and addressing social problems allow privatization of social services, public before. In addition, demographic changes such as increased international mobility and complexity in the dynamics of social problems demand new res- ponses from social services, which have clear implications for social work, which emerged as a territorially bounded activity by national borders. The case of migrant children is an example, as it clearly states these new problems and shows various and contra- dictory responses from the services of child protection. In this paper we discuss the responses by social workers in ca- re cases and institutionalized responses from foster care. In those places is detected the failure of institutionalized forms of child protection. In the individual case-work we see an emergence of critical responses among social workers, who within the legal framework question the tradition of loyalty to Swedish state authority in social work. Replies apart, we see also arise organizations challenging repressive policies and try to work from a perspective that takes into account the issues affecting migrant children.
La reestructuración del Estado de bienestar sueco y el aumento de las desigualdades son transformaciones sociales ocurri- das durante los tres últimos decenios. Suecia ha perdido su posición de liderazgo en los rankings internacionales sobre igualdad social. Nuevas formas de entender y abordar los problemas sociales permiten la privatización de los servicios so- ciales, antes públicos. Además, cambios demográficos como el aumento de la movilidad internacional y la complejidad en la dinámica de los problemas sociales exigen nuevas respuestas de los servicios sociales, lo que tiene claras implicaciones para el Trabajo Social, que surgió como una actividad delimitada territorialmente por las fronteras nacionales. El caso de los niños migrantes es un ejemplo, ya que expresa claramente esas nuevas problemáticas y muestra diver- sas y contradictorias respuestas desde los servicios de protección de la infancia. En este artículo discutimos las respues- tas que dan los trabajadores sociales en la atención de casos y las respuestas institucionalizadas desde los hogares de acogida. En esos lugares detectamos el fracaso de las formas institucionalizadas de protección de la infancia. En la aten- ción de casos individuales vemos surgir respuestas que, dentro de los marcos de la legalidad, cuestionan una tradición de lealtad y subordinación a la autoridad en la historia del Trabajo Social en Suecia. Respuestas aparte, vemos también surgir organizaciones que cuestionan políticas represivas e intentan trabajar desde una perspectiva que toma en cuenta las problemáticas que afectan a los niños migrantes.